Sábado 21 de noviembre de 2020.
Estamos con Edgar Castro Zapata, historiador, presidente de la fundación Zapata y director del Instituto Pro-veteranos del Sur. Es nieto de Mateo Zapata, hijo menor del Gral. del Ejército libertador del Sur, Emiliano Zapata.
El trabajo de Edgar ha estado orientado a preservar y difundir el legado de Emiliano Zapata. Ha venido a Playas de Rosarito en el marco de la conmemoración del inicio de la Revolución mexicana a presentar el libro A 100 años: iconografía de Emiliano Zapata.
Gracias por su tiempo y por aceptar platicar un poco sobre el movimiento zapatista y la imagen del general Zapata, a propósito del libro que vino a presentarnos. En primer lugar, quisiéramos saber, cómo definimos al zapatismo. Si bien, todos lo entendemos como un movimiento social, ¿qué más se puede decir del mismo en tanto su definición?
Les agradezco la entrevista, en este bello municipio, Rosarito. En este marco conmemorativo de los 110 años del inicio de la Revolución, pero también como morelense conmemoramos este 28 de noviembre los 109 años de la promulgación del Plan de Ayala. El motivo de estar aquí es por la muestra de la expo tequila en coordinación con el Festival Zapata vive donde lo principal es la presentación del libro iconográfico de Emiliano Zapata el cual coordinamos con con el director del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones Mexicana (INEHRM), el doctor Felipe Ávila, y su servidor. El objetivo es transmitir con una nueva visión al movimiento campesino, al cual lo podemos catalogar como el más radical dentro de la llamada revolución mexicana de 1910 que plasmó el contenido social de la revolución que emprendió Madero con su Plan de San Luis para derrocar una dictadura de más de 30 años, pero Zapata se distancia del presidente y líder de la revolución, Madero, y proclama en la sierra de Ayoxuxtla, Puebla el Plan libertador de los campesinos que es el Plan de Ayala y ahí lo que reclama es la pronta solución de las tierras, pero no se acota en la distribución sino que también busca, el zapatismo durante 9 años de intensa lucha contra 5 presidentes de la República, establecer una justicia equitativa hacia los pueblos, hacia las comunidades campesinas indígenas. Desgraciadamente Emiliano Zapata cayó asesinado por el gobierno de Don Venustiano Carranza.
De este modo ¿cómo se ve ahora el zapatismo, se sigue viendo como un movimiento social a partir de la herencia que dejó?
Yo creo que a los 110 años del inicio de esta gesta histórica el zapatismo está presente, a pesar de que fue un movimiento que careció militarmente de provisiones bélicas, muy acotado, porque el ejército libertador del sur, encabezado por Zapata, estaba formado por pueblo en armas, a pesar de esas carencias se fortaleció porque el mismo pueblo lo apoyó, pero desgraciadamente el movimiento fue derrotado. Sin embargo, a cien años de la muerte de Zapata y a 110 años del inicio de la gesta revolucionaria, el zapatismo ha legado un emblema, unos reclamos de justicia que a lo largo de todo el siglo XX han influido, no solamente al movimiento campesino, sino también a movimientos armados como el de Cabañas en Guerrero, como el de Jaramillo en Morelos; influyó en el 94 con el movimiento indígena de Chiapas, el EZLN, pues el símbolo de justicia social ha sido y será el zapatismo. El porqué, porque fue un movimiento, como comenté, el más radical que también tuvo una fuerte ideología plasmada tanto en el plan de Ayala, pues a Zapata lo que le preocupaba era la difusión de su pensamiento en proclamas, como en las cartas de Villa y Zapata donde constantemente el general suriano comentaba que la única salvación era la revolución, y que era necesario que al llegar al poder los gobernantes que se encumbraran en esos puestos públicos no se olvidaran de la lucha centenaria que los pueblos agrarios indígenas han estado defendiendo y eso es lo que definió, lo que diferenció al zapatismo con otros movimientos que se levantaron en armas a partir de 1910, como el maderismo, el carrancismo y el mismo villismo. Zapata es un reclamo de esa justicia centenaria.
En ese sentido, ¿el zapatismo es una ideología?
Claro, es una ideología que se ha visto muy vigente a través de los años y creo que en este año 2020 se ha valorizado, se ha distinguido y ha sido fuente de reinterpretaciones de jóvenes historiadores que han estudiado que el zapatismo no solamente estaba compuesto por campesinos, sino también estaba compuesto por comerciantes, por rancheros, por profesionistas y más allá, hasta por colombianos, árabes, por canadienses y eso es lo que dimensiona al zapatismo; la historiografía tradicional--la oficial-- lo catalogaba como un movimiento regional que no salió de Morelos, pero las nuevas interpretaciones del zapatismo indican que fue un movimiento netamente auténtico salido del pueblo pero sí con una visión nacional.
Sabemos que la figura de Zapata es reconocida mundialmente y se tiene en gran estima como figura nacional, como ideología, ¿hay una expresión más clara de la herencia del zapatismo en Morelos?
Ah, claro. Ahora los ejidatarios del oriente del estado de Morelos están haciendo un frente social contra la termoeléctrica, están muy comprometidos con la defensa y protección del medio ambiente, de los recursos naturales. Esa es la esencia del pensamiento de Zapata.
¿Su trabajo de investigación está vinculada con esas expresiones actuales del zapatismo?
Sí, claro. Como historiador no estoy ajeno a los acontecimientos actuales. Pero debo centrar mi objetividad, yo estoy muy comprometido con que se sepa la ideología sin tintes políticos, la trascendencia de Emiliano Zapata a quien desde hace más de 70 años le ha puesto un eslogan político. Creo que si a Zapata le quitamos esos contenidos que lo limitan, pues fue un movimiento con miras nacionales, sí carentes de economía; no como el villismo que tuvo mucho tráfico de armas aquí del país del Norte, el zapatismo no, pero la valía y la admiración del movimiento zapatista se basan en que se enfrentó muy desigualmente con los gobiernos y creo que eso vale la pena difundir y sobre todo, en el municipio de Playas de Rosarito porque hay mucho interés. Ayer presentamos el libro, voló el libro. Hay mucho interés en ver fotografías del líder suriano porque públicamente no se conoce mucha iconografía de Zapata. Sí se conoce de Madero, del mismo Villa, pero de Zapata no. Pero sí hay mucho material iconográfico plasmado en el libro, material que he encontrado en las universidades de Berkeley, en San Francisco y en sus archivos históricos; de esos archivos se enriquece el libro, de fotografías tanto públicas, de instituciones como la Fototeca, los archivos de las universidades de Estados Unidos, pero también está complementada por el álbum familiar. Es algo que quisimos hacer par humanizar a este personaje, transmitir el zapatismo y al mismo Zapata que fue una persona verídica, un ser humano, un líder: acercarnos a él, a su revolución a través de su imagen que creo que atrapa y esa es la intención del libro conmemorativo, atrapar la atención del lector para que ellos reflexionen sobre la trascendencia de su lucha.
Sí, en el libro se plantea que se busca abonar a la desmitificación de su figura y plantear una discusión crítica o un debate crítico. ¿Esas serían las herramientas para verlo de otra manera, fuera de los mitos: ver al Zapata humano y a sus diferentes etapas?
Así es.
De este modo, ¿cuál es el referente en cuanto a la imagen que el mismo Zapata buscaba proyectar? La doctora María Helena González, directora de Museos y exposiciones de Morelos comentaba que Emiliano Zapata mandaba a sacarse fotos de estudio, ¿en qué estaba basado el interés por difundir su imagen?
Tomas un tema muy interesante y actual, sí le interesaba como movimiento y como líder transmitir la imagen revolucionaria. Una de las más emblemáticas donde está con una banda tricolor, está tomada en el cuartel de la ciudad de Cuernavaca, la capital de Morelos, en 1911; esa fotografía es la más reproducida de un mexicano a nivel internacional. A Zapata y al zapatismo la historiografía oficial siempre los ha pintado como un movimiento totalmente regional, que no salían de Morelos, pero las nuevas investigaciones han mostrado que sí tenían esa visión de difundir, no tanto la imagen del líder demostrando valentía y gallardía en una sola imagen, también le interesaba al líder suriano traducir en otros idiomas como el inglés, francés y el ruso el Plan de Ayala que consta en los archivos Zapatistas que resguarda el AGN, las proclamas del zapatismo también las resguardan los archivos de la UNAM, el de Gilgardo Magaña, ahí consta que el zapatismo quería la internacionalización de su pensamiento, tanto es así que el mismo Zapata nombraba a delegados internacionales. En el lado de aquí de Estados Unidos el delegado representante era Octavio Paz Solórzano, el padre de Octavio Paz, el premio Nobel, el autor del laberinto de la Soledad. En Cuba estuvo Genaro Amezcua, Zapata desde el cuartel militar en Tlaltizapán, Morelos mandaba manifiestos y se publicaban en Cuba, ahí el general Amezcua publica en el año de 1915 un libro importante de las proclamas de zapata que se llama México Revolucionario. Entonces, hay mucha discusión en torno a Zapata.
Bien, volviendo a Morelos y a su familia, ¿cómo se reconocen los valores y características que mayormente vemos todos los mexicanos en Zapata, cómo se ven desde pueblo y su familia?
Yo creo que lo que distinguió a Zapata es la integridad, la congruencia y que fue incorruptible. Un líder como Zapata quien llevó a cabo una idea, la defendió y le costó la vida, con esos valores que él emprendió es de valía transmitirles a las nuevas generaciones, que los morelenses, no solamente ellos, sino que los mexicanos, a pesar del sombrero y del bigote que es una imagen muy representativa mexicana, pero aparte de eso, del cliché, es fundamental transmitir el valor que tiene el mexicano, pues es valiente pero también íntegro.
¿Cuáles cree que han sido los efectos de ver a Emiliano Zapata, y en general, al movimiento revolucionario a través de todos esos mitos?
Yo creo que, hay mucho interés por descubrir esta parte de la historia que durante muchos años, más de 70 años la desvirtuó una corriente política que se la apropió y, yo diría, que hasta la secuestró. Creo que el movimiento revolucionario es más que lo que nos enseñaron durante más de 70 años, lo que valdría actualmente es darle esa importancia, esa trascendencia en nuestros días, este movimiento influyó mucho en el siglo XX. Aunque, algunas cosas que los partidos que tomaron el poder después de esta revolución la desvirtuaron, pero la gente ha sido más fiel a transmitir por generaciones esta importancia; como la imagen, las más populares de la Revolución, a parte de la de Zapata está Villa. Lo que me impacta que no están tan popularizadas la imagen de Carranza, la de Obregón que son quienes estuvieron en el poder. Actualmente el acontecimiento de la historia revolucionaria tiene mucho que dar, hay mucho qué decir.
Bien, muchas gracias. ¿Algo más que quisiera agregar?
Sí, el libro se publicó bajo el sello del INEHRM, la Secretaría de Cultura y la Fundación Zapata, lo pueden consultar gratuitamente, lo pueden descargar en la página del inehrm.gob.mx, ya si lo quieren de forma impresa se dirigen a las oficinas del INEHRM.
Ya para terminar, de manera general, ¿cuáles son los objetivos de la fundación Zapata?
Se fundó para que, con base a las actividades culturales, haya beneficios para las viudas zapatistas. Las actividades culturales comprenden: ponencias, exposiciones itinerantes de los objetos de Zapata, ediciones del libro como el que acabamos de mencionar; eso es nuestro objeto social y la preservación de la memoria zapatista, por su puesto.
Le agradecemos enormemente por su tiempo y disposición. Muchas gracias a ustedes.
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