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Felipe Núñez "El Yaqui"

Tacos "El Yaqui" perrones desde 1984, es el lema de una de las taquerías más famosas y la segunda en establecerse formalmente en nuestra ciudad. Los Tacos son reconocidos internacionalmente por su sabor único y el amable servicio que los acompañan. La taquería se encuentra ubicada en la esquina de las calles Mar del Norte y de la Palma en la zona centro, desde hace 36 años ha permanecido, sino en esta misma dirección, sí en la misma zona.


Entrevistamos a su propietario, Felipe Núñez, quien nos compartió amablemente parte de la historia de su negocio y algunos comentarios sobre el Rosarito que él conoció a su llegada y cómo ha cambiado desde entonces.


Buenos días. Por favor, comience diciéndonos dónde y cuándo nació:


Yo nací un 06 de abril de 1951 en San José de la Palma, Zacatecas. Zacatecano cien por ciento.


¿En qué año llegó a Rosarito?


¡Uy, vas a morir engañada! 1967 un 30 de agosto.


1967, 30 de agosto. ¿Llegó directamente de Zacatecas?


Vine directamente de Zacatecas.


¿Qué actividades hacía antes de venir para acá?


Estaba muy chamaco, todavía no trabajaba. Ayudaba en lo que podía en la casa de mis papás.


Entonces, ¿llegó aquí, a Rosarito con sus papás?


No, no. Yo venía solo con un amigo. Cuando llegué aquí venía con la idea de ir al Norte a hacer dinero, irme a Estados Unidos. No fui al norte, no hice dinero, no fui a Estados Unidos.


¿Nunca cruzó, no trabajó allá?


Sí, sí crucé, cómo no, pero no me gustó Estados Unidos.


Entonces, ¿estuvo allá trabajando un rato?


Trabajé esporádicamente, pasé de mojado pero no me gustó y me vine y ya me quedé aquí.


¿Cómo era Rosarito cuando usted llegó aquí? ¿Llegó directamente a esta zona?


Sí, llegué a Carnitas la Flor Michoacán ,que fue el primer lugar en el que trabajé, que me dio el señor trabajo, de él aprendí a algo a trabajar, de sus costumbres de él porque él es de Michoacán y yo aprendí mucho de él, de ese señor; por cierto es Don Próspero Ochoa.


Además de trabajar en las carnitas ¿cuáles otras actividades hacía?


Tuve dos trabajos, primero las carnitas y en segundo lugar estuve en el [restaurante] Nido, con Don Lupe Pérez, muy buena persona. Lo aprecio, lo valoro porque ha sido trabajador, emprendedor también.


¿Siempre trabajó en la cocina, con comida?


A mí me gustó mucho aprenderle a la cocina. Yo preparaba las carnitas; en el Nido fui ayudante de cocinero, era el mil usos, lavaba platos, les ayudaba a hacer ensaladas, salsa, a hacer todo.


¿En qué año y cómo inició su negocio?


Yo salí de vacaciones el fin de año de 83 y mi señora y los parientes de mi señora me decían que por qué no abría una taquería, "abre una taquería", dice, “de a poquito se va a ir haciendo.” Gracias a los primos de mi señora y mi señora que, en primer lugar, a ella le debo todo. Me dijo, hay que abrirla, la abrimos sin nada, de cero, de cero bajo cero. Y empezamos y pues mucha gente me decía vete el bulevar y a mí me gustaba la calle esta y dije pues bueno voy a aprovechar la calle. No había pavimento, pura terracería y puse mi changarrito, mi taquería. Un puestecito morrito, no daban cinco por él. Me decían que si andaba mariguano por qué estaba en el cerro. No, pues ni modo, me vale.


¿El negocio comenzó en esta misma zona?


Sí, aquí en esta área a una cuadra de donde estoy, en la esquina de la misma cuadra pero más arriba, pegado casi a la escénica.


Nada más para regresarnos un poquito, ¿usted se casó aquí en Rosarito?


Yo me casé en 1977 un cinco de noviembre, mi señora es de aquí de Rosarito, nativa, de gente que vino desde Jalisco desde el cincuenta y tantos, sí ella es de aquí. Ella rosaritense cien por ciento.


Además de su esposa y los familiares de su esposa, ¿alguien más fue parte del proyecto al inicio del negocio?


Claro, los primos, primos que reconozco mucho. Hay uno de ellos, que en paz descanse ya murió, Samuel Minjarez primos hermanos de mi esposa, que ellos me aventaron, me ayudaron y me apoyaron, no económicamente porque el proyecto estaba chiquito, pero en ayudarme a traerme cosas del otro lado porque yo no pasaba y detallitos así. Ellos me apoyaron mucho.


A partir de ahí, ¿cuáles momentos recuerda como más significativos en su negocio?


Pues tengo muchas anécdotas, mucho, mucho. Pasaban los piperos y me decían que si iban a venir a comer tacos de carne empanizada llenos de tierra. Pues era pura tierra, un cochinero, bueno no cochinero, sino mucha tierra. Pasaban los piperos y me regaban el espacio, eran amigos de tantos años.


¿Desde entonces se llama El Yaqui?


Tacos el Yaqui, sí, es sobrenombre, eh. Porque hay gente de 50 años que me conoce del sobrenombre. Cuando les digo mi nombre dicen "no, no puedo creer que te llames así", pues así me llamo. No me llamo Gelipe, me llamo Felipe.


El nombre de los tacos, bueno el adjetivo de "perrones", ¿de dónde salió?


Qué curioso que tocas ese tema. No es nombre mío, yo puedo decirte que sí por quedar bien, no. Llegó un cliente. Te voy a hablar fue en, en... mayo, como dos meses tenía abierto, llegó un chavalo que por cierto todavía viene. Llegó y me dice, "Yaqui, dame un taco con todo lo que tienes ahí, ponle queso y ponle todo" Ah, sí. Se sentó en una banquita piterita, bien humilde y dice "sabes qué Yaqui, salió bien perrón esta madre" Ah, caray dije y dice "sí" y de ahí dije yo, "perrones". Después quise registrarlos, pero no pude registrarlos porque es un nombre que ya existía. Pero se han quedado perrones. Pero el nombre no es mío. Otra cosa, la receta me han preguntado, porque creo que me la vas a querer preguntar, la receta no es mía. La receta es de un compadre mío. A mí no me gusta aparentar lo que no soy, yo quiero ser honesto y hablar con la verdad, esta receta es de un compadre mío, él me la regaló porque el me dijo, "mira compadre si vas a hacer algo bueno, hazlo con esta clase de carne y no te vas a arrepentir, esta receta es tuya". A mí me han ofrecido dinero por la receta, me dijo mi compadre " es para usted, no para venderla".


El perrón como ahorita lo conocemos no era así hasta que este mucho le pidió que se lo preparara de manera específica...


Lo hacía normal, lo que es una cosa normal, pero no cuando me dijo échale de todo, cilantro, frijoles, todo lo que tengas échale, y de ahí ya es cuando dice "ay salió bien perrón".


¿Este negocio lo comparte con otras personas de su familia, hijos, nietos?


Solamente mi familia, mis hijos y mi señora. Que conste, te voy a decir algo bien importante, mi señora ha sido la base. No sé si has oído un dicho, donde dice al lado de un gran hombre, existe una gran mujer y esa ha hecho, se puede decir del negocio superarse, porque no creo que la hubiera armado, pero ella como cuchillo de palo, no cortaba pero ahí estaba aferrada. Voy a cumplir 37 años, es la segunda taquería, más grande, más vieja de Rosarito.


¿Recuerda el nombre o dónde se ubicaba la primera taquería que usted vio aquí?


No quiero mentirte, si se llamaba el poblano o el paisano, estaba a una cuadra antes de llegar a la comandancia, estaba en un segundo piso, en las gradas de un segundo piso. ¡No, no, tantas cosas que hay!


¿Desde que llegó e inició su negocio cuáles han sido los cambios más notables que ha visto en Rosarito en general?


Tan importante, gracias al Ejido Mazatlán que nos ha apoyado a todos. Cuando se trató de urbanizar aquí pasando la escénica, la gente no quería comprar que estaba muy lejos del pueblo, nomás para que te des una idea de cómo ha crecido. No, no, lo más lejos de Rosarito era donde está el Ortegas, donde están las curiosidades aquí en el lugar Popotla. Era una callecita de entrada por salida, no había nada, no ahorita está... Te ibas aquí al René´s, a los choros grandísimos, con cuatro choros te hacías un cóctel, ahorita ya no, no, no.


En el contexto actual, ¿de qué manera la contingencia ha afectado su negocio?


Está difícil, te voy a decir por qué está difícil. Este problema yo no lo creía, ahora lo creo, pero yo no cerré ningún día. Aunque, yo dije con que saque para los muchachos con eso y con que pague los impuestos, pero esos no te los rebajan, hay pandemia y hay no sé qué onda pero ahí pagas hacienda, pagas luz, pagas agua, pagas seguro, ahí no hay “que te voy a rebajar porque no estás ganando”, la verdad.


¿Desde qué momento o a partir de qué situación comenzó a tener más comensales, turistas americanos?


Todo el tiempo ha existido, Rosarito ha sido un pueblo turístico cien por ciento, claro que el tiempo conforme vaya aumentado la gente, pues hay más turismo. Es lo que estaba comentando hace rato, las primeras carreras de bicicleta, eran miles, no eran dos mil, tres mil, eran quince mil, veinte mil. Bajó mucho, pero toda la vida ha habido turismo. El miedo, cuando las torres, que las vacas locas, que la influenza o no sé qué onda, asusta la gente. Pero para mí, con el tiempo que tengo ha sido cien por ciento turístico y vivimos del turismo, y yo estoy agradecido con el turismo y gracias al turismo uno progresa. El turismo es muy importante para mi, pero también la gente del pueblo es fiel, hasta la muerte, conmigo fieles: verano, invierno, otoño, primavera, yo tengo gente.


Con esto terminamos nuestra breve charla, le agradecemos mucho por su tiempo y disposición.

Muchas gracias a ustedes que se toman el tiempo. Y gracias a Rosarito.


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